La expresión "aburrido como una ostra" tiene sus raíces no en un molusco marino, sino en el antiguo ritual griego del ostracismo. Tanto “ostra” como “ostracismo” provienen de la palabra griega ostrakon que significa “fragmento de cerámica” o “concha”. El ostracismo era un ejercicio político donde los ciudadanos votaban para exiliar a una persona de la ciudad por diez años. Los votos se registraban escribiendo el nombre del candidato en fragmentos de cerámica (ostrakon). La persona condenada al ostracismo quedaba totalmente aislada de su comunidad, familia y vida social, enfrentando años de soledad.
El tedio, la monotonía y el aburrimiento absoluto del exilio dan significado a esta frase. En otras palabras, estar "aburrido como una ostra" significa que tu aburrimiento es extremo e intolerable... ¡No es que las ostras sean aburridas!